La Ley Nacional Antitabaco no impide que los quioscos exhiban publicidad de cigarrillos
Pantallas modernas, donde aparecen paquetes de cigarrillos unidos entre sí con lazos coloridos, como si se trataran de nuevas golosinas. Distintas presentaciones y variedades de atados, exhibidos en grandes vidrieras individuales. De esa manera suele encontrarse la oferta de tabaco en la mayoría de los quioscos del país, sitios donde a diario convergen cientos de niños y de adolescentes. En ese escenario, los niños resultan el blanco perfecto para ser atraídos por las publicidades de cigarrillos, debido a que se encuentran en pleno proceso de maduración y de desarrollo y, por lo tanto, se tornan más indefensos.
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La Encuesta Mundial de tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) de 2012, en su versión Argentina, señala que un 47,3% de los estudiantes encuestados fumadores de cigarrillos dijo haberlos comprado en un kiosco, negocio o vendedor callejero, y a la gran mayoría no se les negó la venta debido a su edad (81,5%). La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, reconoce su vulnerabilidad y establece la necesidad de una protección y de cuidados especiales. Esa situación motivó a que una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se plantee si la Ley nacional realmente protege a los menores de iniciarse en la nociva práctica del consumo de tabaco.
Laila Moliterno cursa el último año de su carrera y desarrolla su investigación en el marco de una beca del Consejo Interuniversitario Nacional. Su trabajo es dirigido por el doctor Oscar Flores, de la cátedra de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT. La investigación -que analiza la jurisprudencia y la legislación vigentes sobre el tema en nuestro país- lleva por título “Hipervulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes expuestos a publicidades de tabaco en Argentina”. La estudiante indagó las publicidades de cigarrillos en 40 quioscos del microcentro tucumano.
“Los niños, niñas y adolescentes, al estar en crecimiento, muchas veces son influenciados por los distintos impulsos publicitarios a los que se ven expuestos. En ocasiones, motivados por el deseo de ingresar al mundo adulto”, señaló la joven investigadora. Según la EMTJ, la mayoría de los jóvenes consumidores de tabaco se inicia entre los 12 y los 13 años; y el 70% de los encuestados presenta algún síntoma de dependencia física.
En nuestro país, la Ley Antitabaco N° 26.687 prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio de productos elaborados con tabaco, y declara ambientes 100% libres de humo. Al mismo tiempo, prohíbe la venta a menores de 18 años, y establece advertencias sanitarias en los atados. Pero, ¿qué pasa con la publicidad de cigarrillos en los quioscos? La normativa no impide que en los puntos de venta los atados se exhiban en lugares estratégicos ni tampoco impide la colocación de publicidades, aunque éstas contengan advertencias sanitarias, ya sea en imágenes o en texto.
En la Argentina existen distintas regulaciones sobre la publicidad de tabaco en los puntos de venta: las provincias de Santa Fe, de Neuquén, de La Pampa y de Santa Cruz son las que más avanzaron para proteger la salud. Particularmente Santa Fe es pionera en el control de tabaco a nivel nacional, y modelo de los estándares internacionales más estrictos en materia de protección de la salud.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó una demanda promovida por la firma tabacalera Nobleza Piccardo, en la cual solicitaba que se declare la inconstitucionalidad de la ley santafesina, que establece la prohibición completa de la publicidad de cigarrillos en todo el territorio de esa provincia. Esa medida es mundialmente reconocida como una de las dos más eficaces para reducir las tasas de fumadores, junto al aumento de los impuestos.
Moliterno destacó que la jurisprudencia argentina deja en claro que las provincias pueden dictar leyes que amplíen la protección hacia los menores; en especial, cuando se trata de cuestiones relativas a la salud. “El tema debe volver a la agenda pública y las provincias deberían ampliar la protección de los menores con respecto a la publicidad del tabaco”, opinó.
Argentina es uno de los pocos países de Latinoamérica que no ha suscripto el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), que es el primer tratado internacional de salud pública. Tiene más de 180 firmas y es uno de los acuerdos con más adhesiones del mundo.
A criterio de Moliterno, la conclusión más importante de su estudio es que si bien el objetivo que persigue la Ley Nacional N° 26.687 pasa por desalentar el consumo y la iniciación en el tabaquismo, paradójicamente no impide que los menores queden expuestos a esas publicidades en los quioscos. “Eso implica que la norma no cumple del todo su cometido y que se podría mejorar”, puntualizó.
Estrategias para captar a las nuevas generaciones
La industria del cigarrillo diseña novedosas estrategias para captar a las nuevas generaciones. Por ejemplo, algunas marcas lanzaron envoltorios coloridos y brillosos, y otras utilizan una amplia gama de saborizados. Los hay frutales, especiados, con sabor a chocolate, a golosinas o a tragos.
En junio pasado, en Tucumán, por medio de las redes sociales se había viralizado la denuncia de que en quioscos cercanos a algunas escuelas se vendían golosinas con forma de cigarrillos. La denuncia terminó comprobándose y las autoridades de la Provincia incautaron 120 cajas de esos productos en las distribuidoras. Según los médicos, la comercialización de caramelos con forma de cigarrillos es perjudicial para los niños, porque los incita a adoptar conductas típicas de los fumadores.
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Muchos países, en especial los más desarrollados, avanzan hacia legislaciones que restringen la publicidad y la venta del tabaco. En Brasil, el Supremo Tribunal Federal confirmó la vigencia de una resolución que prohíbe la fabricación de cigarrillos saborizados. En tanto, en los países de la Unión Europea una prohibición similar comenzará a regir a partir del año 2020. Los expertos consideran que los cigarrillos saborizados representan “una puerta de entrada” al tabaquismo.