En los últimos años, la provincia de Corrientes experimentó un gran crecimiento de la producción de arroz gracias al aumento de los rendimientos y a la expansión de las áreas productivas. Las razones de este presente productivo radican en las mejoras en la aplicación de tecnología y en la utilización de mayor cantidad de variedades. Pero también estas herramientas y las variaciones climáticas contribuyeron al aumento en la incidencia y severidad de algunas enfermedades. “Hay un nuevo estado sanitario del cultivo”, explicaron María Cundom y Susana Gutiérrez, profesionales del laboratorio de Fitopatología a InfoUniversidades, quienes estudiaron las producciones arroceras durante un período de tres años.
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La investigación consistió en la realización de monitoreos de cultivos comerciales desde el año 2005 al 2008 en los departamentos Alvear, Berón de Astrada, Curuzú Cuatiá, Empedrado, Mercedes, Paso de los Libres, San Martín y Santo Tomé, de la provincia de Corrientes. Luego, se recolectaron muestras de plantas enfermas (hojas, vainas foliares, tallos, panojas, semillas) y rastrojos, que fueron analizadas por medio de técnicas de uso corriente para el estudio de enfermedades de plantas. “Existen algunas enfermedades con mayor prevalencia en el estado actual del cultivo”, señalaron las investigadoras.
Las principales patologías son la podredumbre del tallo, manchado de vainas foliares, manchado del grano y escaldadura de la hoja, presentes en todas las zonas arroceras. Otras enfermedades podrían considerarse de importancia secundaria, aunque los daños producidos pueden variar cada año e incluso de un cultivo a otro. En los análisis de sanidad de las semillas de arroz, se observó que varios de los patógenos causantes de enfermedades en el cultivo están en la semilla y algunos de los microorganismos identificados se destacan por su elevada incidencia y porque afectan a la germinación de la semilla o causan enfermedades de importancia en la parte aérea del cultivo.
Cuatro enfermedades
Las profesionales explicaron que las cuatro enfermedades están en todas las zonas productivas y afectan de forma variada a las plantas o granos. La podredumbre del tallo genera manchas en las vainas foliares y luego provoca una podredumbre en el tallo, lo que genera el vuelco de las plantas de arroz. El agente causal se llama “Sclerotium oryzae” y en uno de sus tres estadios ataca a la planta a través de esclerocios, que pueden sobrevivir por mucho tiempo en el suelo. Es por esto que para controlar la enfermedad se requiere un debido manejo del rastrojo, evitar la alta densidad de siembra y altas dosis de nitrógeno.
El manchado de vainas foliares de arroz es una enfermedad causada también por hongos. Sobre las vainas foliares de las plantas de arroz aparecen manchas irregulares de color castaño claro, rodeadas de un borde más oscuro. En ataques severos producen la muerte de vainas y de hojas, y por último, el vuelco de las plantas. Para su control es necesario también el manejo de rastrojos, evitar altas densidades de siembra y de fertilización nitrogenada, y la aplicación de fungicidas.
La escaladura de la hoja presenta diferentes síntomas, según los estadios de la planta de arroz, y el agente que la provoca es el hongo Microdochium oryzae, mientras que las semillas constituyen la principal fuente de inóculo. Para evitarla, se requiere el tratamiento de las semillas con fungicidas, un manejo adecuado del agua, y evitar el exceso de fertilización nitrogenada.
Por último, el manchado del grano de arroz es una de las más importantes por su amplia distribución e incidencia en los cultivos de arroz de la provincia. Sus síntomas consisten en manchas o decoloraciones sobre los granos de arroz. La causa de la enfermedad es un complejo de hongos que afecta los componentes de calidad del producto. Es decir, provoca la disminución de granos enteros, granos quebradizos en el proceso de molino y granos yesosos con coloraciones anormales. Por otra parte, también afecta a los componentes del rendimiento, porque genera disminución del poder germinativo, del vigor y tamaño de las plantas, disminuye el número de granos por panoja y el peso de granos manchados.
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En los campos en los que se producen semillas, este problema obliga al descarte de muchos lotes, ya que los hongos pueden transmitirse entre lotes. Las condiciones climáticas de humedad alta del aire, lluvias y bajas temperaturas, favorecen la aparición de la enfermedad durante la floración. Los cambios actuales y permanentes en las condiciones climáticas pueden alternar el estado sanitario de las plantaciones, por lo que se requiere de un proceso estable de seguimiento del estado del cultivo. La evaluación sistemática del crecimiento de las plantaciones es imprescindible también en el caso de querer generar más variedades.