Nota

Universidad Nacional del Nordeste - Facultad de Ciencias Agrarias

04 de Junio de 2009 |

El “estrés” de la planta de arroz

El Vaneo fisiológico es una patología que "estresa" a la planta de arroz, provocando que no produzca granos sino flores estériles. Se desconoce su causa y puede ocasionar bajas en el rendimiento de entre el 20 y el 100 por ciento. Un grupo de investigación trabaja en la caracterización de la sintomatología a partir ensayos en el establecimiento Mirungá, del Departamento Paso de los Libres. Este trabajo de campo es realizado por primera vez en Argentina en condiciones reales de producción.
El “estrés” de la planta de arroz

Una planta enferma tiene una estructura floral sin granos y deformada en “pico de loro”.

El vaneo fisiológico es una enfermedad del arroz que provoca esterilidad en la planta y se explica como un estrés que se manifiesta porque las panojas, el órgano reproductivo del arroz, no producen granos sino flores estériles. La enfermedad también se conoce como straighthead (cabeza erecta) porque al no tener granos la panoja, cuya estructura es similar a la espiga del trigo, queda en posición erguida. Una planta enferma tiene una estructura floral sin granos y deformada en “pico de loro”.

En este tema trabaja un equipo de investigación del departamento de Producción Vegetal, dirigido por la doctora Sofía Olmos, con la colaboración del doctor Alfredo Marín, coordinador del Proyecto Arroz de la EEA INTA Corrientes. Si bien se desconocen las causas de la enfermedad, hay factores que la predisponen, y es en esta línea que los profesionales buscan caracterizar de forma cuantitativa la sintomatología de la enfermedad, porque esto permitirá clasificar mejor las variedades tolerantes y susceptibles de arroz en el programa de mejoramiento genético. “Estamos en la búsqueda de respuestas a preguntas como: ¿de qué manera aparece la enfermedad en el campo?, ¿cuál es su variabilidad espacial?, ¿cómo se la asocia a determinados ambientes como una forma de predecir un comportamiento?”, explicó la doctora Olmos a InfoUniversidades.

Los antecedentes de la patología

La enfermedad empezó a ser estudiada en los Estados Unidos, concretamente en la zona de Arkansas, uno de los estados mayores productores de arroz. Se la asoció con la presencia de arsénico reducido en el suelo, que provenía de un herbicida del algodón denominado MSMA. Con él se deshojaba la planta de algodón para poder cosecharla y cuando se hacía rotación de cultivos, aparecía esta enfermedad. De ahí la asociación con el arsénico. De acuerdo a relevamientos realizados por la doctora Olmos, los suelos de Corrientes no tendrían arsénico en niveles altos, por lo que no estaría en este elemento el origen de la enfermedad.

Aun desconociendo las causas, se pudieron establecer algunas condiciones que predisponen el vaneo fisiológico. Se estima que se produce un estrés en la planta en la etapa de la formación de flores (conocida también como etapa de diferenciación del primordio floral). El estrés se asocia a los altos contenidos de materia orgánica sin descomponer, textura liviana y relieve plano. “La enfermedad generalmente se presenta en suelos bajos, asociados con mucha materia orgánica. Posiblemente, cuando el suelo se inunda para cultivar el arroz, se produce una fermentación acelerada por la materia orgánica a altas temperaturas, lo que reduce el potencial de óxido-reducción a valores extremadamente negativos. Este potencial es un indicador de cómo se va descomponiendo la materia orgánica a medida que el suelo va fermentando, pero no explica totalmente la aparición de vaneo fisiológico” explicó Olmos.

Al momento de comprar un campo para producir arroz, es imposible predecir cuál será su comportamiento frente al vaneo fisiológico si no existen antecedentes. La información empírica arroja que los suelos de albardones, es decir, las elevaciones que se convierten en islotes con la subida de las aguas, de los ríos Miriñay y Paraná, en la localidad correntina de Empedrado, presentan vaneo fisiológico con intensidades variables, según la localización en el relieve y las condiciones ambientales de crecimiento, este conocimiento empírico aún no fue investigado. “La enfermedad se manifiesta con mucha variabilidad espacial. Si hay problemas en un campo, es probable que exista sólo en algunos sectores” aclaró Olmos.

Cómo se mide la enfermedad

Hay dos formas de medir el vaneo: por incidencia y severidad. La incidencia es la proporción en la que aparece la enfermedad dentro del cultivo. La severidad determina el grado en que se ve afectada la planta. Existe la posibilidad de que la planta no produzca ningún grano lleno (Severidad Total). Se mide con una escala de severidad, que va del 1 al 10. El 1 es sin problema y el 10 se da cuando no se forma ni siquiera la panoja. “En un campo puede haber baja incidencia, es decir escasa aparición de la enfermedad, pero ser muy severa, o puede suceder que la incidencia sea alta, pero con una severidad media. Esta situación también afecta el rendimiento”. Resulta llamativo que dentro de un lote, una planta con vaneo fisiológico puede estar muy próxima a una planta sana. Por ser un problema fisiológico, la enfermedad no es tratable por ningún agente químico.

Según la doctora Olmos, la manera más conocida de prevenir el

vaneo fisiológico es desecando la arrocera 10 días antes de la Diferenciación del Primordio Floral (DPF) y reinundando la DPF unos 53 días de la emergencia en variedades de ciclo intermedio, que es el momento crítico del cultivo ante el estrés hídrico. Esta práctica oxigena el suelo pero produce esterilidad por el estrés hídrico inducido, aumento de costos de manejo de agua y pérdidas de nitrógeno del suelo.

En las campañas 2005-2006 y 2007-2008 el equipo de investigación realizó ensayos en el establecimiento Mirungá, del Departamento Paso de los Libres, por primera vez en Argentina en condiciones reales de producción. El diseño experimental consistió en dos lotes de 14 hectáreas sistematizados, para que uno de ellos permanezca con riego continuo hasta la madurez y el otro permita el desecamiento 10 días antes de la DPF y su reinundación. Como resultado en ambas campañas, el tratamiento de retiro de agua antes de la DPF previno eficazmente la incidencia de vaneo fisiológico, especialmente en la campaña 2007-2008 donde no hubieron precipitaciones durante el período de desecamiento. En el lote bajo inundación se presentó vaneo fisiológico en forma heterogénea. La incidencia y la severidad estuvieron relacionadas con su posición en el relieve, la altura de lámina de agua y otros factores que produjeron microambientes en el terreno favoreciendo la enfermedad.

Producción Periodística:
Juan Monzón Gramajo

Responsable Institucional:
Juan Monzón Gramajo
José Goretta
Universidad Nacional del Nordeste

Departamento de Comunicación Institucional
monzongramajo@gmail.com
www.unne.edu.ar


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