Daniel Díaz y Patricia Sepliarsky, docentes de Sistemas de información y procesamiento de datos de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario, explicaron cómo funciona este nuevo tipo de cambio y de qué manera operan en el mercado.
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Ambos profesionales cuentan con una vasta trayectoria en el campo de la economía. Díaz se ha desempeñado como asesor del Banco Central de la República Argentina, Banco Central de Chile, Comisión Bancaria y de Valores de México, Secretaría del Tesoro Nacional de Brasil y, en la actualidad, en el Banco Central del Uruguay, además de ser distinguido por su tarea de investigación por la Cámara de Diputados de la Argentina. Por su parte, Sepliarsky ha trabajado como analista de datos en las áreas diseño e implementación de sistemas en empresas líderes del medio, como así también se ha desempeñado como investigadora de proyectos centrados en el análisis de predictibilidad de quiebras sobre Datos Masivos de carácter financiero.
Los docentes aclararon que el enfoque de las investigaciones es de carácter meramente académico, ya que es importante desarrollar conocimiento en torno a estas nuevas tecnologías que han irrumpido en el medio. Asimismo, resaltaron que en las mismas no se hace ninguna promoción sobre estas prácticas financieras.
El equipo trabaja con Paulo Caetano da Silva, de la Universidade Salvador (UNIFACS), Brasil, en las monedas digitales. Caetano se desempeña en el Banco Central de aquel país y es un referente en la materia. “Hemos dado varias charlas sobre Monedas Digitales de Bancos Centrales – CBDC, que tienen este nombre para diferenciarlas de las criptomonedas, las cuales son públicas y anónimas. Brasil ya anunció oficialmente el Real Digital que se estaría implementando en el 2023, y por eso es tan interesante poder abordar este tema”, adelantó Daniel Díaz a Argentina Investiga y agregó: “Estaré en una conferencia junto con Paulo hablando del ecosistema de Blockchain y de monedas digitales de bancos centrales, porque hoy en día hay más de ochenta por ciento de los países que tienen en marcha un proyecto o están estudiando el tema”.
Los investigadores explicaron que el Blockchain es la tecnología que surge para sustentar las criptomonedas, y su nombre proviene del término cadena de bloques. “Es un programa que está copiado muchas veces en computadoras conectadas en internet. Por ejemplo: Bitcoin se calcula que tiene unos 12.000 servidores constantemente trabajando alrededor del mundo. Cada uno de esos programas registra una transacción de una cuenta a otra. Las cuentas son anónimas, por lo que uno no sabe quién está del otro lado”, detalló el docente.
“Es una cadena de bloques porque cada bloque agrupa transacciones, informa y se vincula con el anterior, entonces se van ‘encadenando’ unos a otros para que no se pierda ni pueda alterar ningún registro, simulando al antiguo libro diario manual donde se registraban las cuentas. Ese es el mismo mecanismo que usan las criptomonedas para funcionar”, sumó Sepliarsky.
Díaz explicó que en ese paso aparecen los ya famosos “mineros”, cuyo trabajo es agrupar las transacciones en bloques en donde quedan registradas de forma permanente. “Es un trabajo increíble de criptografía, con una alta demanda de recursos informáticos, y de esa manera todos los servidores se coordinan cada diez minutos y ven la misma información. Es decir, es un registro unificado distribuido y le asegura a los usuarios que eso que quedó registrado no puede alterarse ni borrarse”.
Pasando en limpio: una vez que se realizó una transacción queda registrada y es imposible volver atrás. “Si alguien quisiera hackear o modificar eso, necesitaría el mismo poder de cómputos que tienen los mineros, lo cual es mucho ya que hay una inversión muy grande en eso e incluso granjas enteras de servidores. Suponiendo que se cuenta con eso, es necesario hackear el 51% de los servidores al mismo tiempo en menos de diez minutos. Lo que lo hace prácticamente invulnerable”, se explayó Díaz.
El origen
Díaz y Sepliarsky describieron que existen dos grandes tipos de criptomonedas: el Bitcoin y las altcoin. “Más del ciencuenta por ciento de las transacciones que se hacen con criptomonedas se hacen en el bitcoin, que es la que lidera a todas. Por eso podríamos decir que estos dos tipos se componen de bitcoin y ‘el resto del mundo'”, detalló la docente.
El Bitcoin surge a cuenta de un trabajo presentado y firmado por una persona llamada Satoshi Nakamoto, en el año 2008. “Hoy todo el mundo está de acuerdo que no es meramente una persona física sino que es un seudónimo que se creó para ocultar la verdadera identidad del equipo de trabajo que desarrolló esta cripto”, señaló Díaz.
El 15 de septiembre de 2008 quiebra Lehman Brothers Holdings Inc, una tradicional compañía global de servicios financieros de Estados Unidos, momento que se considera que comienza la crisis internacional más grande de los últimos años. Previamente, el 31 de agosto del mismo año, se publicó el paper de Bitcoin, y el 3 de enero de 2009 se lanza y empieza a funcionar. “Hay mucha casualidad en que justo en ese momento es cuando surgen las primeras criptomonedas. Había un contexto de descreimiento del sistema financiero y su regulación, entonces esto daba una salida al sistema regulatorio de los bancos, lo que da pie a un sinfín de especulaciones”, opinó Sepliarsky.
Díaz explicó que se emiten 6,25 bitcoin cada diez minutos, los cuales son asignados al minero en compensación al trabajo que hacen. Es una regla fija del sistema; por ende, si se demanda mucho se emite 6,25 y si la demanda es poca, se emite el mismo valor. “No hay intervencionismo del Estado en la criptomoneda, lo que para mucha gente es la panacea y para otros un problema serio, ya que no hay nadie que defienda al ahorrista y puede pasar que pierda su valor de un día para el otro”.
Ventajas y desventajas
Los investigadores resaltaron cuáles son los beneficios y las contras con las que cuentan las criptomonedas en la actualidad.
En primer término, estas cuentan con un costo bajo de transacción. “Hay un ejemplo que brinda un autor muy claro para graficarlo: supongamos que una persona debe transferir dinero a su familia que está en otro país. Hoy en día para hacerlo hay que recurrir a un sistema internacional de envío de dinero que cobra un buen porcentaje para realizarlo y tarda determinado tiempo para llevar a destino; en cambio, el sistema de criptomonedas tiene como ventaja que la transacción se realiza de manera instantánea a bajísimo costo, ya que la comisión que se paga es aproximadamente menos de un uno por mil”, explicó Díaz.
Otra cuestión pasa por la atomicidad, o sea, que se pueden realizar transacciones pequeñas sin montos mínimos, lo que suele llamarse microfinanzas a nivel internacional.
En tanto, las desventajas pasan por la no identificación de los usuarios. “Por lo tanto, si te roban la clave privada, que es lo que se utiliza para firmar las transacciones, automáticamente la perdés. Por ejemplo, si alguien se olvida la clave de Google, la plataforma va a enviarte un token a tu celular u otro email para poder restablecer tu cuenta para volver a tomarla. Acá no existe eso; si se perdió la clave privada no hay manera de recuperarla. Ahí es donde hay una vulnerabilidad muy grande en donde vos como usuario tenés que tener la seguridad de que no te van a robar la billetera digital”.
Muchas monedas cuentan con una volatilidad en su cotización y esa característica muchas veces representa un riesgo, sobre todo para aquellos que no están metidos de lleno en este mundo. “Como respuesta se desarrollaron lo que se llamaron las stablecoins o monedas estables. Una persona llamada Vitalik Buterin, en el año 2015, propuso desarrollar una blockchain llamada Ethereum, que permite desplegar sobre ella contratos inteligentes, los cuales son pequeños programas que se ejecutan automáticamente sobre esa cadena de bloques. Lo novedoso de esto es que esos contratos inteligentes siguen la misma lógica de la blockchain del Bitcoin, es decir, que nadie puede modificarlas”, comentó Díaz
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Las stablecoin mantienen una paridad con el dólar o cualquier otro bien de cambio, y contienen un contrato inteligente que se autorregula para mantener un precio 1 a 1. “Es muy interesante, porque el valor va atado a un bien externo. Existen muchas, como DAI, Tether y Binance Coin”, especificó el investigador.