Se considera que una ciudad sostenible “debe tener heterogeneidad social, funcional y amenidad paisajística”, comenta la profesora Sonia Ruiz de la cátedra de Geografía Urbana y Rural de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Por eso, los estudios realizados buscan contribuir con los procesos locales y regionales, para dar lugar a nuevas teorías y políticas de acción sobre el espacio.
Comodoro Rivadavia es una ciudad históricamente fragmentada, ya que quedaron espacios vacantes en el tejido urbano que no pueden ser ocupados por sus limitantes de uso del suelo previos. Hoy la ciudad está social y económicamente fragmentada. En ese sentido, “los barrios cerrados y los asentamientos son parte del mismo proceso de fragmentación social”, consecuencia del impacto causado por la globalización. A causa de la condición de privado que tiene el barrio cerrado y, por el mercado informal al que se asocian los asentamientos, al Estado le resulta dificultoso ingresar en estos espacios.
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“La idea de sostenibilidad viene de la mano de una sociedad emergente y en Comodoro las diferencias de ingresos de los habitantes están solapadas con la media. Mientras sólo nos constituyamos en mercado emergente y no seamos una sociedad emergente, no vamos a poder resolver un desarrollo sostenible”, afirma la investigadora a InfoUniversidades.
En la década del ´90, con la aparición de los mercados emergentes, se introdujo la inversión vinculada a la actividad petrolera en forma directa en Argentina y en Comodoro Rivadavia. En la actualidad, el mercado propone varios emprendimientos habitacionales, como “Altos de la Villa”, “Las Cañitas” y “Solares del Marqués”, en Sarmiento, que generan gran interés entre el personal de las empresas petroleras que trabajan en la zona.
Sin ley
Pese al auge de los barrios cerrados, en la República Argentina no hay una ley que regule los countries. La única propuesta es la denominada ley de Propiedad Residencial que enmarcaría a todos estos nuevos emprendimientos, pero aún no está legislada.
“Médanos” por ejemplo, no es un barrio privado como “Altos de la Villa”, “Las Cañitas” o “Solares del Marqués”. Sin embargo, está en el esquema de barrio cerrado porque tiene una traba de acceso; pero sus calles son municipales por lo que puede ingresar el camión de recolección de residuos y la policía, en cambio en los otros barrios esto depende del consorcio.
El proyecto “La Herradura” se ofrece como un Club de Mar que todavía está en construcción, en un área marcada por ordenanza de uso del suelo como zona especial. Esto generó un conflicto por el acceso a la playa, dado que el artículo 2.340 del Código Civil establece que todos los argentinos tienen derecho a circular por las playas. La ordenanza municipal ahora exige que todo emprendimiento que se orille en el mar tenga caminos de “servidumbre”. A partir de esto, el emprendimiento establece que el acceso a la playa debe sea peatonal y diurno.
La nueva matriz social genera fragmentación territorial. Por un lado, un mercado formal de tierras al que acceden los vinculados al circuito del petróleo y, por otro, el informal, conquistado por los grupos menos favorecidos por el modelo económico y social.
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Esta organización no está contemplada en la legislación actual. Entonces, las respuestas adecuadas a la problemática de los emprendimientos urbanos son de difícil implementación.