En este caso, la propuesta específica frente a la pandemia por COVID-19 permitió determinar en una empresa manufacturera un esquema de trabajo con el fin de minimizar el riesgo de contagio, teniendo en cuenta las condiciones sanitarias y laborales.
> Leer también: Simulan propagación de enfermedades infecciosas con un modelo matemático.
La doctora María Alejandra Castellini, profesora en la Facultad de Ingeniería y Tecnología Informática de la Universidad de Belgrano, en la carrera de Ingeniería Industrial, manifiesta que si bien la realidad de cada empresa es particular, puede esbozarse una serie de lineamientos generales, aplicables a distintas organizaciones.
Entre las ventajas de esta metodología, se destaca el hecho de que la participación activa de los involucrados permite relacionar las distintas situaciones problemáticas detectadas, definir y elegir los planes de acción pertinentes para modificar sus causas. Otra ventaja es que la utilización de herramientas sencillas en el marco de este enfoque habilita a la empresa que lo aplica a continuarlo autónomamente.
–Venías trabajando en multimetodologías hace algunos años en la Universidad, ¿cómo llegaron a considerar esta metodología para la resolución de problemas en plena pandemia?
–En esos momentos, todas las actividades estaban restringidas; la educación era exclusivamente virtual mientras que la actividad industrial, en algunos casos estaba paralizada y en otros comenzaban a diseñarse esquemas de asistencia. Entonces surgió la idea de diseñar propuestas basadas en métodos participativos con los involucrados, combinados con modelos matemáticos que permitieran sugerir pautas de acción a un nivel operativo. Esto facilita la estructuración del problema y a partir de allí tomar decisiones como, por ejemplo, determinar qué cuadrilla convocar a un establecimiento y su composición, teniendo en cuenta las restricciones de prevención ante la pandemia de COVID-19.
–¿Para qué situación concreta lo propusiste?
–Se realizó la propuesta para una industria manufacturera. Mediante entrevistas virtuales se diagnosticó la situación y se analizaron distintas problemáticas con un enfoque que tuviera en cuenta tres dimensiones: la social, es decir, las relaciones humanas; de poder (intereses, formas de alterar las estructuras existentes) entre los involucrados: proveedores, personal de administración, de producción, clientes; a fin de generar mayor claridad entre los vínculos.
La dimensión personal, que considera las percepciones y las creencias de los participantes, a fin de generar consensos, y la dimensión material, en la que se analizan las circunstancias físicas, las causas estructurales y se seleccionan e implementan las mejores alternativas de acción.
Durante las entrevistas, los involucrados identificaron varios problemas como, por ejemplo, la necesidad de organizar los grupos de trabajo en cuadrillas, que constituyeran “burbujas” a mantener durante el proceso pandémico y post-pandémico.
Luego de varias reuniones, se diseñó un modelo aplicable a la actividad productiva, que permitiera determinar un esquema de trabajo en cuadrillas con el fin de minimizar el riesgo de contagio, teniendo en cuenta los requisitos de cuidado de salud de las personas, la carga laboral, los procesos de producción y de comercialización, entre otras condiciones.
Para ello, se tuvo en cuenta que en una planta manufacturera los procesos productivos requieren de la determinación del número de trabajadores asignados en los diversos turnos, lo que es posible determinar mediante el diseño y la aplicación de modelos de optimización como, por ejemplo, la programación lineal mixta. Se analizó lo pensado y diagramado bajo una realidad pre-pandémica y se lo readecuó al contexto del COVID-19. Estos modelos pueden dejarse a disposición de los involucrados de la organización, aunque puede requerirse, eventualmente, la participación de especialistas.
–¿En qué consiste la metodología, específicamente?
–Complementando las tres dimensiones indicadas anteriormente, la multimetodología que se propuso se basó en cuatro fases: apreciación, en la que se analizaron las diversas situaciones problemáticas; análisis en los que se consideraron sus causas; evaluación, en la que se propusieron metodologías de abordaje para atacar las principales causas de las situaciones problemáticas y, por último, acción, en la que se buscó el consenso para la selección y la implementación de las mejores alternativas.
Es interesante destacar la potencialidad del enfoque sistémico, pudiendo detectarse diferentes situaciones a mejorar, así como las causas que las ocasionan. Este enfoque, con participación activa de los involucrados, permite relacionar las diferentes situaciones problemáticas detectadas en las tres dimensiones planteadas y definir planes de acción para modificar las causas que las generan. Esto se potencia, por cuanto una misma causa puede incidir en más de una situación problemática.
–¿Qué recursos utilizaron en esta metodología?
–El uso de herramientas de fácil comprensión para los involucrados, tales como la figura rica en la fase de apreciación, aumenta las posibilidades de darle continuidad a la propuesta y de que la misma organización pueda continuar el esquema de mejora de forma autónoma, luego de aprehender la metodología propuesta.
La “figura rica” muestra las características de la situación problemática donde, en este caso, se observa la asignación de turnos de trabajo, las diferentes cuadrillas integradas por personal que se moviliza desde sus hogares a la planta, en la que deben mantenerse protocolos de cuidado, también aplicables a proveedores y clientes.
–¿A qué otra situación puede aplicarse este enfoque?
–A toda situación problemática donde interactúen diferentes partes interesadas que puedan tener objetivos a consensuar, tanto en el sector público como en el privado. En particular, en el marco del proyecto, se trabajó diseñando un sistema de asignación de alumnos a las aulas en un contexto donde se había adoptado un esquema de semipresencialidad en las escuelas. Se tuvieron en cuenta restricciones de espacio, cantidad de alumnos, carga horaria y composición de las burbujas familiares.
Asimismo, se planteó para el sector de turismo aéreo (muy perjudicado por los efectos de la pandemia), un modelo para aumentar la facturación de las agencias de viaje mayoristas por alcanzar determinadas metas en los volúmenes de ventas establecidos por las aerolíneas. Se tuvieron en cuenta los porcentajes de comisión ofrecidos por las empresas aéreas y la disminución de la demanda en el contexto pandémico.
–¿Cómo surgió esta idea?
–Cuando comenzó la pandemia y los cambios de comportamiento necesarios para el cuidado de la salud, a partir de pensar cómo podíamos aportar desde nuestros conocimientos y experiencia para enfrentar algunos aspectos derivados de esta problemática mundial que modificó y sigue modificando nuestra forma de vida.
> Leer también: Software educativo sobre resistencia a herbicidas.
Motivó a desarrollar las propuestas antes descriptas, el deseo de colaborar ante esta pandemia; mediante un enfoque de trabajo que permitiese abordar situaciones problemáticas complejas, así como concretar soluciones tangibles e integrales. De manera que la investigación pueda aportar no sólo en aspectos estrictamente médicos, sino también en el abordaje de problemáticas de gestión derivadas de la pandemia, dándole continuidad a los procesos de organizaciones productivas, educativas y de turismo, favoreciendo la sostenibilidad de estos sectores y, por lo tanto, de la sociedad en general.
Figura rica