Superar las barreras tecnológicas se vuelve un desafío en este tipo de proyectos.
El ingeniero y profesor de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) Mario Figueroa de la Cruz lleva adelante un proyecto de investigación llamado “Aplicaciones de inteligencia artificial en la optimización de Redes de datos multiprotocolos”.
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Para definir a la inteligencia artificial, Figueroa de la Cruz elige primero desmitificar: “Dentro de la inteligencia artificial hay mitos, visiones y creencias. El mito más común es el que se ve en las películas y las series de televisión, en las cuales se ve que la inteligencia toma vida propia, puede tomar decisiones por sí misma y considera al humano como el ser a destruir. Eso es un mito”.
“En la actualidad, podemos encuadrar lo que llamamos inteligencia artificial en herramientas que permiten resolver diferentes tipos de problemas, que tienen un grado comparable a cómo lo haría un ser humano pero que no lo reemplazan”, indica el ingeniero a Argentina Investiga.
Sobre el uso de la IA, el profesor de la cátedra de Inteligencia Artificial reconoce que es transversal a todo. “El uso que le demos a la inteligencia artificial va a ser netamente el que defina el ser humano. No hará nada por ella misma. Da la sensación de que es inteligente, de que tiene vida, pero es sólo eso, una sensación. No actúa por sí sola, fue pre entrenada”, explica.
Respecto de su aplicabilidad, el ejemplo más cercano es el proyecto en el que Figueroa de la Cruz trabaja, centrado en la optimización de redes de datos multiprotocolos a partir de la IA. El proyecto, presentado en el Congreso Nacional de Ingeniería Informática / Sistemas de Información (Conaiisi) y en congresos internacionales en Georgia (2020) y Lisboa (2021), también incluye el trabajo de Pablo Rovarini y Ernesto Rico.
“Cuando encarábamos muchos proyectos de clientes nos encontrábamos con problemas como que no habían dimensionado bien sus redes y colapsaban por el tráfico interno; además no había forma de optimizarlo. Entonces, empezamos a buscar una serie de herramientas que permitieran trabajar con esto”, explica el especialista, quien además trabaja en el diseño de redes de telecomunicaciones. Y agrega: “Si yo podía optimizar el tráfico de una red, también podía hacer el análisis predictivo de la cantidad de consumo de un sitio web. No puede predecirse exactamente, pero sí te puede dar tendencia”. Con esa visión comenzó el proyecto.
“Tenía componentes de un análisis previo, que era ver qué íbamos a utilizar y no fue una sola herramienta sino una combinación de ellas, basada en sistemas heurísticos, algoritmo genético; trabajamos con sistemas expertos difusos y combinamos con eso el aprendizaje automático, o sea, machine learning, utilizando el modelo de redes neuronales. Entonces, teníamos una serie de herramientas que, combinadas, podían resolver esta situación. Había que armarlas, optimizarlas y evaluarlas”, cuenta.
“Si todo el mundo se pusiera a ver películas en internet de forma simultánea, las redes no lo soportarían porque no están preparadas para ese nivel de simultaneidad. Uno puede predecir eso en un caso extremo. Por ejemplo, si el Mundial no se hubiera podido transmitir por televisión y se transmitiera todo por internet, la red hubiera colapsado, eso es un hecho”, ejemplifica el entrevistado. “Poder hacer una, no predicción sino antelación del uso, es lo que permite optimizar la red. Eso a nivel global pero en una empresa sucede exactamente lo mismo. Vos tenés un dimensionamiento de la red en función de las aplicaciones que se utilizan dentro de un área empresarial. Ahora, qué pasa si la empresa decide encarar un proceso de modernización, de actualización de todo su sistema informático, ¿las redes soportarían ese nuevo tipo de servicio? Esa pregunta, que muchas veces es prueba y error, hace que nazcan este tipo de proyectos, donde las herramientas de inteligencia artificial son las que principalmente te dan una gran utilidad para resolverlo”, afirma.
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“El objetivo final del proyecto es intentar generar una plataforma que sea de ayuda a las áreas técnicas de empresas, gobierno y las mismas universidades para que colabore en el proceso del análisis y toma de decisiones en pos de cambiar la infraestructura propia de la entidad” concluye el investigador.