A partir de una iniciativa del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, dos centenares de actores del sector académico, la industria y la comunidad TIC’s identificaron las tecnologías, áreas de aplicación y de negocios que deberían impulsarse en forma prioritaria en nuestro país. “La importancia del ejercicio teórico que dio origen a este libro es el trabajo conjunto de los sectores público, privado y académico. A partir de una base consensuada se definieron los focos que pueden convertir a la Argentina en un actor importante para la región en el área de TICs” resaltó la doctora Ruth Ladenheim, secretaria de Planeamiento y Políticas del ministerio, durante la presentación realizada a fines de octubre de 2009.
> Leer también: Software que anticipa las inundaciones.
“La obra visualiza las líneas de investigación que deberían generarse y fortalecerse, describe las acciones en el sector educativo necesarias para el desarrollo de las TIC’s y analiza cómo impulsar la interacción público-privada-académica. Se estudiaron las áreas de aplicación, las áreas tecnológicas y las áreas transversales”, indicó a InfoUniversidades el doctor Osvaldo Agamennoni, docente e investigador de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca), uno de los participantes del trabajo junto a docentes e investigadores del departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras de la UNS y del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Eléctrica (IIIE), que depende de esa casa de estudios y el Conicet. El trabajo en general fue coordinado por el doctor Gabriel Baum y el licenciado Alejandro Artopoulos.
Las áreas de aplicación relevadas fueron Industria, Agro, Gobierno, Servicios, Contenidos y Seguridad. Las áreas tecnológicas abarcaron Ingeniería de Software, Señales, Tecnologías de las Imágenes, Software Embebido, y Micro y Nanoelectrónica. Por último, las áreas transversales fueron Educación y Capital Humano, Innovación y Desarrollo, y Diáspora.
“Las mayores amenazas para el desarrollo de este sector en Argentina provendrían de la escasez de recursos humanos formados en el área, donde hay menos de 10.000 nuevos ingresos al mercado nacional por año, y de la coyuntura macroeconómica, por el tipo de cambio”, agregó Agamennoni.
Los especialistas elaboraron una serie de recomendaciones que deberían orientar las políticas públicas para el sector. Entre ellas se cuenta la necesidad de estimular la investigación en la “punta” de la ciencia y la tecnología, para alcanzar el mejor nivel mundial en especializaciones competitivas en áreas claves. En esta línea, la promoción de la formación de recursos humanos, capaces de llevar adelante la investigación y desarrollo fundamentales relacionados con las especializaciones y también para la producción y comercialización de sus resultados, resulta altamente recomendable.
Los investigadores señalaron que el Estado, en todos sus niveles, debe intervenir explícitamente, no sólo en su rol de proveedor de educación y de financista de ciencia y tecnología, sino también en función del empleo de su poder de demanda para orientar y financiar proyectos estratégicos y complejos en áreas claves que generen desafíos mayores para el sector científico y las empresas de tecnología.
Internacionalizar empresas y centros de I&D y fomentar la creación de nuevas empresas y clusters tecnológicos, además de potenciar los ya existentes, así como cambiar la cultura de la evaluación científica y tecnológica, en función de la búsqueda del cambio de paradigma, constituyen estrategias relevantes para la consolidación de las TIC’s. En el mismo sentido operaría la inversión en recursos necesarios para el análisis, planificación, promoción y prospección en ciencia y tecnología, y el sustento de los planes y equipos en el tiempo.
La creación de programas de I&D multidisciplinarios orientados a las especializaciones seleccionadas, ya no a partir de la “oferta científica”, sino principalmente de la demanda de conocimientos y soluciones requeridas por las especializaciones y la generación de los mecanismos efectivos y eficientes para buscar, encontrar y apoyar proyectos, empresas, equipos, personas y regiones innovadoras forman también parte del plan orientado a la optimización del área.
Por último, los especialistas indicaron que generar las condiciones e intervenir fuertemente desde el Estado para la creación y sostenimiento de un mercado de capital de riesgo orientado a la tecnología; adoptar políticas activas en cuanto a los derechos de propiedad intelectual, tanto en el orden local como en los ámbitos regionales e internacionales y desarrollar acciones efectivas y eficientes de divulgación, promoción e inserción de la tecnología en la sociedad, así como favorecer la utilización productiva y estimular la demanda de tecnología, redundarían en una apuesta fuerte al posicionamiento del país como uno de los protagonistas de la región en el desarrollo de TIC’s.
> Leer también: Polo Tecnológico Junín, un centro de avanzada.
Una versión electrónica completa del libro puede consultarse en http://www.mincyt.gov.ar/index.php?contenido=noti_libro_blanco