Clorindo, con los lentes como los solía llevar el maestro Le Corbusier.
Nació en Nápoles, en 1923, y es considerado uno de los más destacados artistas de Latinoamérica. En su niñez le gustaba construir barcos y pensó, por ese motivo, que la Ingeniería Naval sería su destino, aunque desembarcó finalmente en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Influido por Le Corbusier, se graduó en 1948. Como arquitecto, es autor de emblemáticos y premiados proyectos, como la Biblioteca Nacional, el Centro Cívico de Santa Rosa (La Pampa) y el Centro Cultural Recoleta, de la Ciudad de Buenos Aires.
Según los estudiosos de su obra, su diseño del Banco de Londres y América del Sur (Lloyd’s Bank) es considerado uno de los ejemplos edilicios en su tipo más importantes del mundo, por su carácter plástico e innovador que generó nuevos valores en la arquitectura de su época. Desde 1976, es Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes, ya que por su obra pictórica ganó una reconocida fama internacional. Fue invitado especial en exposiciones de primer nivel internacional, como las Bienales de San Pablo y Venecia, y se dedicaron varias muestras retrospectivas en el Museo Nacional de Bellas Artes.
-¿Pueden convivir en una ciudad obras nuevas y viejas?
-¡Claro que pueden! Tienen que convivir, así como en una ciudad vive gente linda y gente fea.
-¿Por qué nunca construyó en algunas ciudades grandes, como Bahía Blanca?
-Porque nunca hicieron ningún concurso donde pueda presentarme, ni tampoco me encargaron ninguna obra.
-¿Qué representa un arquitecto para la sociedad?
-Un peligro.
-¿Cuál es la gran cuestión a resolver en la ciudad contemporánea?
-Hacerla lo más agradable posible para la gente que vive en ella. Pero esto también depende del punto de vista de cada uno. Una ciudad desordenada puede resultar linda, y una muy ordenada puede ser aburridísima.
-¿Cómo ve la arquitectura de estos tiempos?
-La arquitectura expresa siempre el espíritu de su época. No se puede decir que lo que hicieron los arquitectos del Renacimiento es mejor que lo de ahora. Cada una refleja a la humanidad en su momento. No hay diferencia de calidad, son equivalentes, no es que una época haya sido mejor que otra.
-Y usted, ¿qué arquitectura hace hoy?
-Creo que es la que corresponde a 2009. Y la hago naturalmente. Todos tenemos que tratar de vivir el momento. No se puede pintar o diseñar como en 1950, porque la pintura, como el mundo, cambió.
Clorindo -como se lo conoce en todos los ámbitos-, fue dos veces premio Konex y recibió distinciones en numerosos países por su trayectoria y su obra, que incluyen los doctorados Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y de la Universitá de la Sappienza (Roma). Fue declarado recientemente Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del Sur, en una distinción que, entre otros considerandos, señala que “por su trayectoria, la originalidad absoluta de su diseño y la concreción de sus obras, siempre por concurso y competición con sus pares, es reconocido unánimemente como el arquitecto argentino más importante de la segunda mitad del siglo XX”.