Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, encabezado por Luciano Montenegro, docente de la cátedra de Acuicultura, halló que la carpa herbívora (Ctenopharyngodon idella) puede, a partir del consumo de pastos, mejorar la calidad de su carne en contenido de omega 3.
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Con la siembra de 50 alevines de esta especie en peceras pertenecientes al módulo de Acuicultura de la FCA-UNLZ, encontraron que a través de la alimentación con distintos tipos de forraje, como el raigrás y la alfalfa, las carpas aumentan el contenido del ácido graso omega 3 en la carne.
El próximo paso es verificar si la alimentación con alfalfa también aumenta el contenido de antioxidantes que protejan esos ácidos grasos, y si ese incremento después se refleja en productos destinados a la alimentación humana. “De esta forma sabremos si efectivamente la estrategia de alimentación impacta en el producto final. Esto a través de pruebas de almacenamiento y de cocción, porque la idea de la investigación es producir alimentos nutritivos y saludables para las personas”, explica a Argentina Investiga Montenegro, quien también es becario doctoral del INTA-Conicet.
En efecto, según la Organización Mundial de la Salud, el omega 3 disminuye el riesgo de presentar varias enfermedades crónicas como dolencias cardiovasculares, Alzheimer, demencia o degeneración muscular, a la vez que se lo vincula con la mejora en el desarrollo cognitivo durante la infancia.
El estudio consistió en la entrega de dos dietas diferentes, dos veces al día durante seis meses, a dos grupos de peces: unos recibían granos y subproductos del maíz y la soja, mientras que a otros les daban pasturas. A lo largo del experimento se hicieron biometrías para medir largo y peso. Y además, en el Instituto de Tecnología de Alimentos (INTA) se especificó mediante determinaciones químicas el perfil de vitaminas antioxidantes en la carne de los peces.
El proyecto actual se desarrolla con pasos similares, pero con una alimentación a base de alfalfa, una especie rica en vitaminas antioxidantes que también demostró incrementar la presencia de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).
Los resultados del experimento con alfalfa fueron publicados en la revista académica “Journal of Animal Science”.
El equipo de investigación planea profundizar la investigación con otras especies como el pacú. “Elegimos carpas porque toleran una amplia cantidad de condiciones y pueden ser cultivadas en diversas regiones de nuestro país, a diferencia del pacú que necesita climas más tropicales”, señala el docente y agrega: “Lo interesante es que este conocimiento pueda ser transferido a productores para que puedan agregar valor a sus productos”.
La cría de peces de agua dulce es una actividad muy extendida en distintas regiones del país. “En la Argentina tenemos muy desarrollada la producción de especies de agua dulce, fundamentalmente en el NEA: norte de Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones. En esas provincias hay cultivo de pacú, carpas, surubí, mientras que en el sur hay mucha producción y cría de truchas”, explica el investigador.
En el caso de las carpas herbívoras, estas se crían en policultivos, junto a otros, como el pacú. Las carpas se comen los vegetales, las malezas y mantienen limpio el estanque. Luego se aprovecha la carne de ambas especies.
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El equipo de investigación se completa con las doctoras Carolina Pérez (INTA-Conicet), Adriana Descalzo (INTA) y Pilar T. García (INTA).