“Esquiú, ¿prócer liberal o teólogo de la cristiandad?" se publicó este año bajo el sello de Editorial UNSTA
El 2022 es el año del primer aniversario de la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú. El 2022 es también el año de publicación del libro “Esquiú, ¿prócer liberal o teólogo de la cristiandad? Una exposición del pensamiento teológico- político de Fray Mamerto Esquiú elaborada sobre los textos del autor”. Se trata de una obra de Sergio Raúl Castaño, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), que cuenta con la colaboración de los abogados Gabriela Arce, Facundo Ledesma y Lorenzo Medici, y del estudiante del último año de la carrera de Derecho Leonardo Núñez. Así, la publicación se presenta como una invitación a redescubrir a Esquiú ofreciendo una doble mirada del beato validada por sus propios escritos.
> Leer también: Huelga de transportistas de 1907: el control de la modernización y la reacción obrera.
–¿Cómo y cuándo surge la idea de este libro?
SRC –Cuando se produjo la beatificación de Fray Mamerto, en septiembre del año 2021, el párroco de la iglesia de La Inmaculada, de Bariloche, presbítero Jorge Pliauzer, me sugirió la idea de hacer una exposición sobre la figura de Esquiú. Acepté, aunque significaba interrumpir en parte las líneas de investigación en curso. Se hizo la exposición, en el marco de las actividades de la Asociación Juvenil de Montaña, el 21 de octubre: “Beato Mamerto Esquiú. Su aporte a la Iglesia y a la Patria”. Ocurrió que, al investigar acerca de su pensamiento, me encontré con que la bibliografía al uso no lo reflejaba cabalmente. Es más: me sorprendí de encontrar el perfil doctrinal de un hombre apegado a la tradición católica; de un defensor del principio de Cristiandad (entendido como la obligación de la sociedad cristiana de vivir, política y jurídicamente, de acuerdo con la ley del Evangelio); en fin, de un contrarrevolucionario. Todo ello a pesar de la opción práctica que asumió en su famoso sermón del 9 de julio de 1853, llamando a acatar la constitución liberal recién promulgada. Constitución que negaba, precisamente, el principio de un derecho público cristiano.
Bueno, el hecho de que el verdadero pensamiento de Esquiú hubiera sido, digamos, ignorado por casi todos los intérpretes, me llevó a proponer una segunda conferencia para abordar ese gran tema. Tomó el título del libro: “Esquiú, ¿prócer liberal o teólogo de la Cristiandad?”, y tuvo lugar el 31 de octubre, como actividad del Centro de Estudios Políticos de la UNSTA, que dirijo. A partir de allí comencé a pensar seriamente en poner por escrito los resultados de la investigación. Finalmente, lo que creí iba a ser un artículo terminó siendo este trabajo.
–¿Qué mirada de Fray Mamerto Esquiú presenta?
SRC –No es un estudio hagiográfico ni apologético, sino centrado en su pensamiento teológico-político. A sus opciones prácticas de 1853/4 se las juzga críticamente, sin condescendencias espurias. Y, como decía antes –pero quiero recalcarlo–, la conclusión surge de la exégesis de los escritos mismos de Esquiú, no de lo escrito sobre él. El valor que pueda tener el libro radica allí: en haber investigado los propios textos de Fr. Mamerto, cosa que, en buena medida, prácticamente no se ha hecho o no se ha hecho debidamente. La conclusión es que Fray Mamerto Esquiú, a pesar de haber llamado a obedecer la constitución liberal de 1853, tenía un ideario apegado a la tradición católica y a la necesidad de la plena confesionalidad del Estado –la cual venía a quedar derogada por la Constitución–. Aunque claro, entonces se presenta la duda: ¿por qué llamó a someterse al nuevo orden laicista, vinculado con la cosmovisión masónica? El estudio presenta una hipótesis: el regalismo borbónico instaurado en el siglo XVIII en Indias había domesticado al clero, y lo había tornado dócil frente al poder secular. Esta impronta perduraba, lógicamente, al nacer la Argentina a la vida independiente, y puede haber influido en la decisión práctica de Esquiú en 1853. De la cual –lo explicitamos en el estudio–, Mamerto se habría arrepentido en varias ocasiones.
–¿De dónde surge la pregunta que le da título al libro?
SRC –Surgió del hecho de que, al socaire de su sermón del 9 de julio de 1853 (el “Sermón de la Constitución”), se ha tenido habitualmente a Esquiú, en mayor o menor medida, como una figura afín a la nueva Argentina liberal que se inauguraba en Caseros y Pavón –o incluso, como parte de ese nuevo orden. Cuando en realidad su pensamiento era tradicional y, por ende, contrarrevolucionario. Un pensamiento que se fue afirmando con los años, pero que ya revestía ese perfil en sus primeras intervenciones. De allí la alternativa retórica del título: Esquiú ¿es lo que oficialmente se dice, o constituye un primer antecedente del gran pensamiento católico argentino del siglo XX?
–¿Qué representa Fray Mamerto Esquiú en la sociedad?
SRC –Representa algo positivamente. Un hombre santo. Un hombre patriota. Y un católico cabal, imbuido de los grandes principios teológico-políticos de la tradición del occidente cristiano. Y se me permitirá decir que tal vez representa algo negativamente. En sus intervenciones de 1853 y 1854 es verosímil pensar que el lastre del regalismo impidió que las ideas tradicionales del orador sagrado se concretaran en una manifestación rotundamente crítica de una Constitución que ostentaba un triple déficit de legitimidad –lo cual Esquiú advertía–. Sea por la razón que fuere, su opción práctica no correspondió a sus rectas convicciones. Y no por ello vino la paz a la Argentina, al contrario; y él mismo deploró más tarde su decisión. Estimo que esto representa un ejemplo de que la verdad debe ser sostenida, como decía San Pablo, opportune et inopportune.
–¿Qué significó su beatificación?
SRC –Tiene el valor de exaltar la ejemplaridad de un gran argentino.
Algunos datos cronológicos para conocer a Fray Mamerto Esquiú:
En 1826, un 11 de mayo, en Piedra Blanca (Catamarca), nació Mamerto de la Ascensión Esquiú.
En 1841 ingresó al noviciado. El 15 de mayo de 1849 celebró su primera Misa.
En 1853, pronunció el sermón sobre la Constitución Nacional, pidiendo por la paz y la unión de los argentinos, sermón que lo hizo conocido en muchos ámbitos. Entre 1855 y 1862, Esquiú desempeñó un papel político activo como diputado y miembro del Consejo de Gobierno de Catamarca.
En 1877 peregrinó a Tierra Santa.
En 1883, un 10 de enero, en El Suncho (Catamarca) falleció Mamerto de la Ascensión Esquiú.
En 2006 fue declarado venerable. En 2016, el milagro en una niña en la provincia de Tucumán con osteomielitis femoral grave, abrió el camino hacia la beatificación. En 2020 el Papa Francisco promulgó el decreto sobre el milagro. El 4 de septiembre de 2021 Fray Mamerto Esquiú fue beatificado.