La metodología más adecuada para el trabajo es la cromatografía líquida de alta presión (o HPLC)
La planta del cannabis (Cannabis sativa L.) posee alrededor de 550 compuestos químicos diferentes que incluyen terpenos, flavonoides y otros, entre los cuales más de cien se consideran cannabinoides. Estos son compuestos presentes en la planta que activan receptores (del mismo nombre) que posee el organismo humano.
> Leer también: Workshop latinoamericano sobre pesticidas.
Generalmente, las formulaciones medicinales se basan en tres cannabinoides: THC (Tetrahidrocannabinol); CBD (Cannabidiol) y CBN (Cannabibol). En dosis adecuadas, cada uno de ellos tiene efectos fisiológicos determinados.
En medicina, luego de varios años de investigación, la dosificación de un fármaco se calcula en función del peso del paciente. Nada de esto es aplicable cuando se utiliza cannabis con fines medicinales, dado que el cannabis no se compone de una molécula sino de varias. Su modo medicinal sustenta su variado potencial terapéutico en las diferentes combinaciones de cannabinoides, flavonoides y terpenoides. La variación en las cantidades en cualquiera de ellos proporciona un producto más adecuado para una u otra patología.
Allí está la importancia del proyecto de investigación presentado por la estudiante de Bioquímica de la UNNE Patricia Carolina Fochesatto, quien propone “desarrollar un método cromatográfico por HPLC para la determinación rápida de los principales cannabinoides (THC, CBD y CBN)”. Pero no se detiene allí, Fochesatto pretende, además, “optimizar el método desarrollado para lograr señales resueltas en el menor tiempo y con el menor consumo de solventes posible”.
El proyecto fue presentado como parte de una convocatoria para la Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional y tiene como director al doctor en Química Mario Raúl Delfino.
Según indicó la investigadora, los objetivos planteados en el proyecto servirán para “mejorar la dosificación de aceite medicinal de cannabis preparado por pacientes autocultivadores, a partir de la cuantificación de cannabinoides en sus preparados”.
En ese sentido, considera que la metodología más adecuada para el trabajo es la cromatografía líquida de alta presión (o HPLC, por sus siglas en inglés), debido a la posibilidad de cuantificar los componentes presentes en una mezcla compleja, previa separación de estos en la columna cromatográfica.
Solución para autocultivadores
“El grupo de investigación se propuso tratar este tema en el marco de una beca de investigación, para dar solución a las inquietudes de los autocultivadores en cuanto al dosaje de cada componente presente en los productos de elaboración propia, por lo cual estaremos realizando un relevamiento y brindando un servicio” indicó Fochesatto a Argentina Investiga.
“Con estos datos pueden mejorar la calidad de su producto y además ese control permitirá, por parte de los médicos a cargo, un mejor seguimiento, más acorde a la necesidad del tratamiento de cada paciente” agregó.
“Respecto del conocimiento científico, el trabajo dejará un antecedente en cuanto a qué métodos son los más óptimos y confiables a la hora de determinar cannabinoides según la matriz en la que se encuentran (aceite, resina, material vegetal, etcétera). Seguramente, en el futuro serán perfeccionados en pos de seguir brindando un mejor servicio a la comunidad”, expresó la estudiante de Bioquímica.
Información que no se conocía
“En la actualidad, cada preparado de aceite medicinal que elabora un paciente o autocultivador no especifica las cantidades de los principales cannabinoides: THC, CBD y CBN. Se basan en suposiciones no comprobadas y existe una elevada incertidumbre”. Por ejemplo, para el contenido de cannabinoides se basan en indicaciones del banco genético de la semilla utilizada (si es que acceden a dicha información). Pero tampoco es preciso ni exacto ya que el contenido final depende de las condiciones de cultivo, cosecha, secado y elaboración del aceite medicinal.
Por otra parte, las condiciones de preparación no garantizan una extracción del ciento por ciento de los cannabinoides. “Finalmente, la dificultad de medir con exactitud las masas de material vegetal utilizado y los volúmenes empleados contribuyen a la incertidumbre del producto obtenido”.
Líneas de investigación
La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura conformó un grupo interdisciplinar para abordar el tema del Cannabis Medicinal en función de la nueva ley que regula el autocultivo para la elaboración de fórmulas medicinales.
“Sobre esta base –explica el doctor Delfino– ya tenemos una línea de investigación trabajando en el estudio de extracción y separación de cannabinoides. A eso hay que agregar un proyecto avanzado para elaboración de snack de frutos regionales con agregado de los extractos de cannabis”.
> Leer también: Inédito método antidepresivo.
“Sumamos esta otra línea de optimización de procesos analíticos con Patricia Fochesatto, que irá unida seguramente con algún Proyecto de Extensión que la UNNE tiene con el medio y del cual aguardamos resultados”, concluyó Delfino.