El país es uno de los mejores productores de equinos en el mundo, los animales son reconocidos a lo largo del globo por su potencia y velocidad en deportes como el polo o el turf. Dicha industria está en pleno auge, aunque se encuentra ante el desafío de recuperar mercados internacionales de “productos de alto valor agregado”. Sin embargo, no puede despegar de la situación de la aplicación del más moderno desarrollo tecnológico y la aplicación de modelos tradicionales basados en sometimiento y dominación.
> Leer también: Elaboran fármacos para tratar la anemia canina.
Para darle una solución a este problema, un equipo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora se encuentra trabajando en el desarrollo de protocolos para la crianza no traumática de equinos dentro de un modelo semi extensivo, con el objetivo tanto de evitar las lesiones autoinfligidas, así como los problemas de sociabilización con humanos.
Al hablar de Vinculación y aprendizaje, se engloba un proceso mayormente irreversible, el cual sucede a las pocas horas después del nacimiento de animales que principalmente corren riesgo de ser predados (La especie es naturalmente predada y por tanto desconfiada). Es así que las crías aprenden en un corto periodo de tiempo quien es su madre siendo ella, su maestra fundamental la cual, además de protegerlo, le enseñará sus conductas ante su propia experiencia con el sistema productivo en general y el operador en particular, como interactuar con su comunidad, además de las reglas básicas de confianza, defensa, territorio entre otras facultades básicas para poder reaccionar de manera eficaz ante los peligros inminentes.
Esta es la manera natural por la cual los animales pueden llegar a generar rasgos tanto individuales como grupales dentro de su manada. El director de la investigación, Sergio Paz, indica: “Cuando hablamos de modelos de crianza semi extensivos, apuntamos a que se realizan servicios naturales entre yeguas madres y padrillos seleccionamos como los mejores por sus antecedentes correspondientes al biotipo y funcionalidad como los más aptos. Los partos son descontrolados a campo y sin relacionar al neonato con el operario en encuentros que generen confianza y relaciones no traumáticas. A la vez, hay cierta intervención humana, en alimentación acorde a categorías y épocas del año en las que hay menos alimento, porque las pasturas se secan, o los campos se encuentran anegados ahí se da la intervención”.
Para optimizar el proceso de cría y aprendizaje de los neonatos reduciendo los riesgos mencionados, los investigadores proponen la utilización de un conjunto de Técnicas de Vinculación y Aprendizaje No Traumático (TVANT) las cuales se implementan desde los primeros tres días posteriores al nacimiento hasta el destete de las crías.
El proceso se lleva a cabo en los corrales donde los encargados se ocupan de separar a la yegua del potrillo para que estos puedan realizar el proceso de “vinculación y aprendizaje” en conjunto con los productores. Una vez que el vínculo queda formado, las crías pueden guardan los recuerdos de los operarios como no predadores.
Las TVANT se realizan alrededor de 40 minutos diarios durante 14 días, divididas en bloques diarios, que van agregando grados de complejidad, desde las caricias de desensibilización, hasta actividades que repetirán a lo largo de sus vidas en sus diversos destinos productivos.
Durante el desarrollo de los catorce días, los animales practican actividades similares a las cuales deberían ser sometidos en estado semi salvaje al momento de la doma, las cuales van desde la elevación individual de cada una de sus patas, pasando por el casqueo hasta llegar a la colocación de bozales o la realización de caminatas acompañados por una persona.
Hay que destacar que este tipo de técnicas traen aparejadas grandes contribuciones a las áreas tanto científicas como productivas. Desde el lado científico, la aplicación temprana de las técnicas, permite elaborar diferentes “mapas” para que la producción semi extensiva de caballos criollos se vea profesionalizada. Mientras que, desde el lado productivo, se logra por un disminuir el número de potrillos que no pueden ser domados, evitando pérdidas millonarias, mientras que al mismo tiempo se contribuye a la especialización de recursos humanos para el desarrollo de grupos que puedan aplicar y difundir dichas técnicas.
> Leer también: Estudian la relación entre insectos y forrajeras para mejorar pasturas.
Las primeras conclusiones de la investigación indican que este tipo de estudios pueden generar producir mucho valor agregado a la industria, los caballos se mantienen sanos, fuertes y dóciles, menguando de esta manera con los problemas tales como las lesiones o la indisciplina. El investigador por su parte propone que se busque “camino” para conciliar a la técnica moderna con las tradiciones propias del campo.