El término “censo” puede llevar a pensar, al menos en una primera aproximación, en el número de personas que habitan el suelo argentino. Pero esa tarea que realiza el Indec cada década es sólo un ejemplo del uso de esta técnica de recolección de datos que suele ser un recurso muy utilizado también en otros ámbitos.
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El doctor Esteban Nicolini, director del Centro de Investigaciones Económicas para el Desarrollo Humano de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta), indicó a Argentina Investiga que un censo puede ser pensado desde dos partes: “Como herramienta de política pública, pero también con un interés científico”. El especialista conoce del uso de censos dentro de su ámbito de trabajo dado que fue partícipe, como autor de algunos capítulos, del libro “Time and Space. Latin American Regional Development in Historical Perspective”, publicación que recibió el premio Jaume Vicens Vives 2021 al mejor libro de historia económica. Para esa investigación, Nicolini y su equipo de investigadores de la Unsta recurrieron a los censos como una de las fuentes de información.
Respecto del empleo de los censos como herramienta para contabilizar, Nicolini reconoce que, hablando específicamente del ámbito científico/académico, es por lejos la fuente de información más importante y útil. “Si nos sacan los censos nos sacan la columna vertebral. Son un centro de producción central para el ámbito académico”.
Sabemos que los censos entregan información del presente, pero ¿sirve comparar esos datos con los obtenidos en censos anteriores? Nicolini cree que sí. “Hacer un censo en un período contemporáneo tiene utilidad, pero hay mucha más utilidad en el pasado”, dice. Él describe a los censos como una foto. “Cuando uno tiene muchas fotos puede hacerse una mejor idea”, asegura. “Las preguntas se responden con la comparación” sostiene y ejemplifica con el censo poblacional de este año en nuestro país. “Si queremos responder a la pregunta acerca de si la población argentina creció en los últimos años, tenemos que comparar”, acota.
Esa referencia al censo realizado por el Indec el 18 de mayo pasado lleva a pensar en el factor que lo diferenció de los anteriores: la digitalización. Sobre el empleo de nuevas tecnologías a la hora de censar, Nicolini opina: “La digitalización simboliza un cambio dramático en la disposición de la información”. Él asegura que la digitalización permite hacernos cualquier pregunta que pueda surgir de los datos obtenidos, algo que el formato físico limita.
Según el objetivo de cada censo, cada pregunta planteada se vuelve fundamental, pero si intentamos de alguna manera reflejar el pasado, marcar el presente y vislumbrar el futuro ¿cuán importante es el contexto a la hora de realizar un censo? “Sería importante intentar que un censo se haga en tiempos normales”, opina Nicolini ante el ejemplo de un contexto particular como puede ser una pandemia. Afirma que censar en un contexto tan particular nos llevaría a una gran dicotomía acerca de si los resultados obtenidos tendrían que ver con un posible cambio de tendencia o, simplemente, responden al contexto particular. Entiende que hay momentos en donde es necesario que se lo realice de igual manera. “Entonces, hay que intentar diseñar mecanismos para minimizar el impacto”, concluye Nicolini.
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Producción Periodística: Agostina Navarro Aranda