Para no contaminar con agroquímicos a la población de Las Higueras, cercana al campus, la Universidad Nacional de Río Cuarto, a través de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, se comprometió a perimetrar con cortinas forestales y cercos vivos de arbustivas y herbáceas el Campo de Docencia y Experimentación, que se encuentra a la vera de la ruta 36, cerca del cual ahora hay viviendas debido a la incipiente expansión urbana.
> Leer también: Modo de controlar plagas en el trigo y la soja.
Se procura proteger a sectores con edificación al filtrar el viento y la deriva de partículas y olores. Además, se reducirá el uso de concentrados de productos químicos agrícolas perjudiciales para la salud humana, los cuales serán aplicados sólo en la parte central de ese predio. Y todos los años realizarán estudios de monitoreo para detectar la presencia de efectos perjudiciales en la franja que comprende la cortina forestal y la planta urbana.
Estas medidas forman parte de un acuerdo entre la Facultad de Agronomía y Veterinaria y el Municipio de Las Higueras, aprobado por el Consejo Superior de la casa de estudios.
Carmen Cholaky, decana de esa unidad académica, indicó a Argentina Investiga que “se trata de un protocolo específico de trabajo, que involucra directamente el campo de docencia y experimentación del sector norte, que está frente al campus universitario”.
“Esa superficie destinada a la docencia, a la investigación y a la experimentación quedó rodeada por población. Por lo tanto, las formas con las que debemos producir, llevar adelante experimentos e investigaciones, no pueden ser las mismas que venían desarrollándose desde sus inicios”.
“Como contar con ese campo tiene ventajas muy importantes para las actividades que se desarrollan en el marco de nuestra Facultad, entablamos este vínculo para acordar cómo vamos a trabajar. El campo va a quedar rodeado por un sistema de forestación en el perímetro. Va a tener también un sistema de filtro, asociado a franjas de pastos que se van a destinar a la alimentación animal. Y, en el corazón del predio, alejada del área perimetral, va a quedar una superficie en la que se va a poder utilizar algún tipo de agroquímico, siempre con modalidad de mochila y bajo las condiciones que establece la normativa provincial” señaló la investigadora.
“Además, hay un módulo de producción agroecológica, para avanzar en el conocimiento referido a otros modelos de producción. Y uno de los compromisos que asumimos es que al cabo de un año vamos a tener que evaluar si hay algún vestigio de agroquímicos hacia el perímetro de campo. Y, en todo caso, tendremos que rever el planteo”, explicó.
Para la colocación de las cortinas forestales y los cercos vivos disponen de un plazo de cinco años. La Facultad define una zonificación del campo experimental de cincuenta hectáreas para el desarrollo de diferentes actividades: forestal, cercos vivos, pasturas perennes y/o anuales, producción convencional y producción agroecológica.
Todos los trabajos a desarrollarse en esa zona se harán de acuerdo con la Ley 9164, referida a productos químicos o biológicos de uso agropecuario. “En el módulo de producción con aplicación de agroquímicos se procederá a la disminución paulatina del uso y la aplicación de productos agroquímicos de origen industrial. En caso de su utilización, se recurrirá a lo dispuesto por la Ley 9164”, señala uno de los puntos del acuerdo entre la Universidad y la Municipalidad de Las Higueras.
> Leer también: Primer muestreo de mariposas en la Reserva Iberá.
Agrega que se realizarán “estudios de monitoreo ambiental que permitan determinar la presencia o la ausencia de los plaguicidas que se apliquen en el suelo de la franja que comprende la cortina forestal y la planta urbana, al menos una vez al año, post aplicación”.