Es ampliamente reconocido en el mundo que la obesidad es una de las principales causas de enfermedad crónica y muerte prevenible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su reporte de “Prevención de enfermedades crónicas. Una inversión vital”, estimó que, como mínimo, mueren cada año 2.6 millones de personas como consecuencia de su sobrepeso u obesidad.
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El equipo que trabajó en esta investigación consideró a la obesidad como una enfermedad condicionada por factores biológicos, psicológicos y sociales, dado que se trata de una enfermedad metabólica, crónica, heterogénea, de origen multifactorial caracterizada por el exceso de grasa corporal, cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo. También está determinada por la interacción de factores genéticos y del medio.
Los investigadores entrevistaron a veinte pacientes adultos, hombres y mujeres, que asistieron a la consulta médica y control nutricional en los consultorios externos del hospital público Dr. Guillermo Rawson, de San Juan, durante el período 2009-2010. Para la recolección de datos se utilizaron entrevistas nutricionales y psicológicas. En el área nutricional se realizó la valoración con las técnicas de peso, talla, circunferencia de cintura e Índice de Masa Corporal (IMC) y fue aplicado un cuestionario dirigido. Los resultados se evaluaron en base a factores psicológicos, nutricionales y psicopatológicos.
En los resultados del estudio se observó que, respecto de los factores psicológicos, en la mayoría de los pacientes, el inicio del sobrepeso se realizó en la niñez. En otros, el agravamiento del síntoma comenzó a partir de situaciones de duelos, reales o simbólicas. La mayoría de los pacientes no registró tener antecedentes familiares de sobrepeso u obesidad, lo que indica que en este grupo inciden en el sobrepeso en mayor medida los aspectos emocionales y ambientales.
En cuanto a los factores nutricionales se evidenció que el 75% de los pacientes presentó un Índice de Masa Corporal mayor a 40, y en el 25% fue menor a este número. El 70% realiza más de cuatro comidas al día. El resto, menos de esta cantidad. Del total de encuestados, el 75% realiza un desayuno adecuado y sólo el 25% no lo hace. El 60% del total refirió tener noción de lo que consume en las comidas, mientras que la totalidad de la población estudiada tiene conciencia clara de las consecuencias del sobrepeso en relación a los síntomas orgánicos. En cuanto a los resultados de las dietas, la mitad de ellos obtuvo un descenso progresivo del peso, nueve mantuvieron el peso inicial y sólo uno aumentó de peso.
Respecto del conocimiento de la cirugía bariátrica, que consiste en el conjunto de procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad (el más conocido es el bypass gástrico), 11 pacientes realizaron el tratamiento prequirúrgico, 13 sabían en qué consistía el tratamiento, 12 tenían conocimiento de la cirugía y sólo 3 conocían el post- operatorio.
Otro de los aspectos evaluados fue el psicopatológico. En éste, la mayoría de los pacientes presentó características y antecedentes depresivos, y la mitad de la muestra evidenció la presencia de atracones. Sólo uno de los pacientes presentaba uno de los criterios establecidos como indicadores de bulimia nerviosa.
En relación a los problemas actuales, la mayoría reconoció problemas con los hijos, económicos-legales, de trabajo y de relación con la pareja. Sólo una minoría refirió tener problemas de salud. En cuanto a los antecedentes en salud mental, 7 consultaron alguna vez y 4 pidieron ayuda profesional y/o no profesional.
Diagnóstico de la obesidad
Para realizar el diagnóstico, además de la inspección clínica, se requirieron técnicas para medir o estimar la grasa corporal y modelos o estándares con los cuales compararlos. Las mediciones de la estatura y el peso, las circunferencias corporales y, eventualmente, los pliegues cutáneos, suelen usarse para estudios epidemiológicos que estiman la grasa corporal, su distribución o el grado de sobrepeso.
El método preferido en la actualidad es el Índice de Masa Corporal (IMC) cuyo cálculo se obtiene al dividir el peso (en kg) en la talla (en metros) al cuadrado. Los valores de referencia de IMC consisten en: <18,5 Delgadez; 18,5 a 24,9 Peso normal; 25 a 29,9 Sobrepeso; 30 a 39,9; Obesidad; > 40 Obesidad mórbida.
Cirugía bariátrica
La cirugía bariátrica o cirugía de la obesidad es uno de los tratamientos para obtener el descenso de peso en las personas obesas. Existen numerosos procedimientos quirúrgicos que se pueden realizar y la indicación del mejor tipo dependerá de las características de la obesidad.
Los candidatos deben ser seleccionados cuidadosamente luego de una evaluación multidisciplinaria. El paciente debe tener capacidad de evaluar, comprender y cooperar con los procedimientos requeridos, tanto en el pre como el postoperatorio y tener estabilidad emocional. Debe estar informado de los riesgos quirúrgicos, beneficios y resultados esperados, consecuencias a largo plazo y riesgos de mortalidad y el equipo debe cerciorarse de que ha comprendido la información y de que presente una actitud positiva hacia ésta.
Las contraindicaciones psicológicas para utilizar este tipo de procedimientos son la presencia de enfermedades psiquiátricas como depresión mayor, bulimia nerviosa, abuso de sustancias como cocaína, anfetaminas, morfina o alcohol. Asimismo, las enfermedades psiquiátricas que impidan colaborar y entender en forma global el tratamiento tales como trastornos limítrofes de personalidad, esquizofrenia o cualquier psicosis crónica, pacientes con abuso o dependencia de alcohol y drogas.
Si los procedimientos quirúrgicos no son considerados como parte de un tratamiento integral de la obesidad y no se tienen en cuenta los aspectos antes referidos, se enfatiza en el aspecto biológico de la problemática desestimando otras cuestiones de importancia radical al momento de la evolución a largo plazo del paciente y de su mejora en la calidad de vida. Es por ello que se requiere de un tratamiento conjunto entre las diferentes disciplinas implicadas.
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El equipo de investigación está integrado por María G. Santiago y Fanny G. Wetten con el apoyo de los alumnos becarios Ana M. Disanto, María V. Olguín y Myrna Ventimiglia.